En nariz, es muy aromático y sorprendentemente fresco para un vino fortificado, con notas de castañas en almíbar, licor y un toque de especias. En boca, es untuoso y envolvente, mostrando sabores de higos, avellanas, castañas en almíbar, mazapán, caramelo, damascos maduros y pasas. Un vino elegante y envolvente en un estilo Porto muy bien logrado, que entrega placer desde el principio hasta el final. Un tremendo aporte al panorama vinícola chileno y latinoamericano.
COMPOSICIÓN: 75% Garnacha, 25% Monastrell
Pablo Ugarte, abril 2023